El expresidente de la República, Leonel Fernández, presidente del Partido de la Liberación Dominicana aborda este día las malas prácticas de la desinformación, la desorientación y la manipulación a la que constantemente se recurre en distintos sectores de la vida. Considera como innoble y ruin esa práctica usada en la humanidad desde tiempos tan lejano como el XVII; las que en la actualidad se han perfeccionado con el desarrollo tecnológico. Al citar las obras Elogio a la Locura de Herasmo de Rotterdam y Otelo de William Shakespeare, en la tercera entrega de su columna Observatorio Global, publicada en el Listín Diario, el ex presidente de la República, Leonel Fernández concluye en que desde el siglo XVII la técnica de la desinformación, la desorientación y la manipulación ya existía. El presidente del Partido de la Liberación Dominicana refiere en su artículo denominado “Elogio a la Locura”, que lo único que se ha logrado desde aquella época hasta la actualidad, en los últimos tres siglos, es perfeccionar su calidad. Leonel Fernández también cita la frase de Víctor Hugo. “Dejarse calumniar es una de las fuerzas del hombre honesto. Tal es, al mismo tiempo, el mejor elogio a la calumnia”, escribe el Presidente del PLD citando al poeta, escritor y dramaturgo francés. “El método a utilizar por Yago para realizar sus planes macabros sería el de la calumnia, la acusación falsa, el asesinato moral, en fin, todo lo que pudiera servirle para sacar de sus adentros lo más bajo, ruin e innoble que había dentro de su ser”, relata Fernández en el citado artículo, reseñado por la Secretaría de Comunicaciones del PLD. Narra que el blanco escogido para tan nefastos ataques y desconsideraciones morales sería Desdémona, la esposa de Otelo, una joven y bella mujer, de alma pura y conducta intachable, que había escapado de la tutela de su padre para contraer matrimonio con el moro. “La trama siniestra urdida por Yago consistiría en verter veneno en el corazón de Otelo. En sembrar la duda sobre la fidelidad de su mujer. En crear la impresión de la existencia de un romance entre Cassio y Desdémona. En fin, en suscitar amargura, aflicción y pena”… Fernández señala que las calumnias, las intrigas de Yago, terminaron en lo inevitable: en una tragedia. Otelo asesina a Desdémona para luego suicidarse; y Cassio mata a Yago, quien antes había dejado sin aliento a su mujer. “El mundo literario recrea hoy la figura de Otelo como la de un héroe trágico, a Cassio, como la de un hombre ingenuo y noble, y a Desdémona como un símbolo de la virtud”. Agrega que Yago, sin embargo, siempre será tenido como un genio del mal, como un villano sin rival, como un engendro del odio y como el calumniador por excelencia, destaca el ex mandatario en su escrito dejando al lector la responsabilidad de realizar sus comparaciones y analogías.