No hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo soporte de
rodillas. Es momento de levantarnos con determinación y esperanza, de
mantenernos firmes y luchar por nuestra patria. No con palabras huecas, sino
con acciones concretas y soluciones reales que cambien el rumbo de abandono e
ineficiencia.
A los peledeístas les digo: este es nuestro momento. ¡De pie,
con dignidad y la mirada puesta en el bienestar del pueblo dominicano! Nuestra
lucha trasciende partidos; es por una nación que merece prosperidad y justicia.
No nos rendimos, no nos escondemos, no bajamos la cabeza. Hoy más que nunca,
nuestra gente nos necesita.
Y a cada dominicano que ama su país, le digo: no pierdan la
esperanza. Existen soluciones y personas comprometidas que saben cómo devolver
la seguridad a nuestras calles, el orden a nuestras fronteras y la estabilidad
a nuestra economía. Estamos aquí, firmes, con la determinación de poner a la
República Dominicana en el lugar que merece.
Aquí estamos, con la cabeza en alto, con el corazón ardiendo
de amor por la patria y con la firme decisión de devolverle a la República
Dominicana la grandeza que merece.
0 Commentarios:
Publicar un comentario