Beirut.- A la entrada de Baskinta un gran cartel de Luis Abinader recibe al visitante. Pero no es una villa dominicana, sino una ciudad libanesa de 15.000 habitantes a menos de una hora de Beirut, donde todos se sienten orgullosos de tener a un paisano presidente electo de República Dominicana.


Botros Abi Nader se sienta apaciblemente en el balcón de su casa y desde allí este hombre de 89 años, piloto de aviación comercial retirado, recuerda las batallitas que le contaba su padre.

Su abuelo y el de Abinader eran hermanos y vivieron el momento en que en Baskinta después de la primera guerra mundial y ante la llegada de los otomanos muchos decidieron coger las maletas y buscar nuevos horizontes.

'En la familia la noticia fue celebrada con alegría aunque con un poco de tristeza porque nunca pudieron encontrar a los familiares que tuvieron que dejar el país en la primera guerra mundial. Algunos decidieron entonces emigrar y otros quedarse', dice el anciano.