Nueva York/Miami, (EFE).- El estado de Florida decidió unirse a los estados de EE.UU. que han ordenado el confinamiento de sus ciudadanos ante el aumento de los contagios de Covid-19, que este miércoles superaron los 200.000 en todo el país, mientras que Nueva York, el epicentro mundial de la pandemia, anunció que prevé que el pico de casos en su región no se produzca hasta finales de este mes de abril. Tras 87 muertos y cerca de 7.000 contagiados, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció que toma esta decisión, que llevaba un tiempo rehusando, tras mantener varias conversaciones con el presidente estadounidense, Donald Trump, y con los asesores de la Casa Blanca, según explicó. En Florida, el quinto estado más afectado por la pandemia, por detrás de Nueva York, Nueva Jersey, California y Michigan, los condados más afectados son los sureños Miami-Dade y Broward, lo que el gobernador relacionó con la presencia del aeropuerto que recibe los vuelos internacionales. Esta medida, que ha sido criticada por el opositor Partido Demócrata que la considera tardía, coincide con la polémica sobre los al menos tres cruceros que navegan hacia el sur Florida con personas con problemas respiratorios y alguno incluso con enfermos diagnosticados con Covid-19 a bordo.