SANTO DOMINGO. Los aires de cambios soplan en la Iglesia Católica dominicana, la cual se encuentra sometida a un proceso de renovación, ante la designación de un nuevo arzobispo y las expectativas por otras designaciones que deberá realizar el Papa Francisco. El nombramiento de monseñor Francisco Ozoria Acosta, como Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, en sustitución de Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez abre otro hueco que deberá ser llenado por el Papa. La promoción de Ozoria Acosta dejará sin cabeza la Diócesis de San Pedro de Macorís, sumándose a la de Baní, que quedó sin titular, cuando monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Santiago, el 22 de febrero del 2015. A ello se suma la vacante de obispo auxiliar de Santo Domingo, que dejó monseñor Amancio Escapa Aparicio, quien renunció por razones de salud. “El Papa Francisco ha dado grandes sorpresas en sus designaciones, y es muy posible que esta tendencia continúe”, aseguró el sacerdote Alfredo de la Cruz Baldera, nuevo rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). De su lado, el obispo auxiliar de obispo auxiliar de la Diócesis de Santo Domingo, monseñor Víctor Masalles, consideró que con la llegada de Ozoria Acosta, la iglesia en Santo Domingo será transformada interna y externamente, por lo que llamó a quienes no se acostumbran a los cambios a “montarse en el tren de la alegría de la iglesia”. Dice que habrá novedad y que hay expectativas.