SANTIAGO, RD.- El Arzobispado de Santiago confirmó que recibieron la comunicación del Superior de la Delegación del Caribe de los Padres Miguelitas, en nombre de la Congregación San Miguel Arcángel, en la que se comunica que el presbítero Wojciech Gil, Alberto, queda suspendido de sus funciones sacerdotales. Manifiestan que aceptan dicha suspensión tal como lo establecen las normativas de la Iglesia, extendiéndolas a la Arquidiócesis de Santiago y a nivel nacional. Asimismo, informan que aunque el padre no se encuentra en el país, le han pedido que retorne para que enfrente la situación. “Nos consta que dicha Institución, de la cual depende el padre Alberto, y que es la autoridad competente según las normas de la Iglesia, en el momento en que se hizo público este caso, el padre Gil se encontraba en Polonia, su tierra natal, coincidiendo con las vacaciones que le corresponden cada año; pero su Congregación le ha pedido que retorne cuanto antes al país para responder ante esta situación”, señalan en comunicado enviado a esta redacción de El Nuevo Diario. Explican que una vez informada, la Congregación le pidió a la Fiscalía que llevara a cabo las investigaciones correspondientes hasta las últimas consecuencias, de acuerdo a las leyes dominicanas, de tal manera que prevalezca la verdad y la justicia. Las presuntas agresiones sexuales a varios niños, por parte de ese(En la foto de archivo el sacerdote habla en encuentro) sacerdote católico de nacionalidad polaca, ha desatado un escándalo en la comunidad de Juncalito, en el municipio de Jánico, al sur de esta provincia. Los padres de los menores abusados presentaron la denuncia en el Departamento de Unidad de Género de la Fiscalía de Santiago, contra el cura Alberto Gil Nojache, de la iglesia San Antonio de Padua, de la referida comunidad. Se informó que el religioso salió hace varios días hacia Polonia, y aunque tenía previsto regresar el pasado martes, solo llegaron los niños y un adulto que le acompañaron en el viaje. De acuerdo a una fuente, el cura era esperado por las autoridades en los aeropuertos de Puerto Plata y Punta Cana. En Juncalito se afirma que fueron catorce los menores violados sexualmente por el sacerdote católico. Un grupo denominado Unión de Fuerzas dijo que hasta el momento tiene ocho casos confirmados.Ramón Bonelly, padre de un menor de 11 años, narró que su hijo le contó que el sacerdote le manoseaba sus partes íntimas y que lo acostaba en su cama. En tanto, Nelly Abreu, madre de un adolescente de 15 años, dijo que su hijo le contó que el alegado malhechor lo obligó a ponerse unas tangas y que a punta de pistola lo hizo modelar para él. Dijo que su hijo está muy contrariado y hasta amenaza con quitarse la vida. Según afirmaron en la comunidad, el padre Alberto Gil trabajaba con 180 niños a los que formaba en tareas de rescate. De acuerdo a las versiones, quien descubrió lo que se hacía con los niños fue el grupo Unión de Rescate, cuyos miembros advirtieron que no aceptarán que a la comunidad llegue ningún otro sacerdote hasta que extraditen a Alberto Gil.Ayer el diácono de Juncalito se reunió a puerta cerrada con la gente de la comunidad y se negó a hablar con la prensa.