CIUDAD DEL VATICANO - El papa Francisco rindió el domingo homenaje como mártir a un valeroso sacerdote asesinado por la mafia siciliana y pidió a los jefes del crimen organizado que abandonen su conducta delictiva, especialmente la explotación de personas en tareas denigrantes como la prostitución. El pontífice emitió el llamamiento a los miembros del crimen organizado tras la beatificación del padre Giuseppe "Pino" Puglisi, en la ciudad siciliana de Palermo. El Vaticano honró a Puglisi como mártir en la ceremonia, realizada 20 años después de que varios hampones lo asesinaron en esa ciudad por predicar con tono desafiante contra las actividades de la mafia en barrios en los que operaba la Cosa Nostra. Francisco dijo a la multitud en la Plaza de San Pedro que la mafia mató a Puglisi porque intentó evitar que la mafia reclutara a los jóvenes. La beatificación es el último paso oficial antes de la canonización. Como parte del proceso previo, las autoridades eclesiásticas sopesaron las declaraciones que los mafiosos convictos habían dado a los investigadores. Los hampones dijeron a las autoridades que los jefes de la Cosa Nostra ordenaron el asesinato de Puglisi porque se atrevió a desafiar a la mafia al predicar y trabajar con los jóvenes. Los capos mafiosos que fueron declarados culpables de ordenar el asesinato cumplen ahora penas de cadena perpetua. El papa no asistió a la ceremonia de beatificación, que atrajo a decenas de miles de personas a una explanada cerca de la costa de Palermo. En lugar de ello, utilizó su tradicional presentación dominical ante los peregrinos, turistas y ciudadanos en la Plaza de San Pedro para ensalzar a Puglisi como un mártir y "un sacerdote ejemplar", especialmente dedicado a servir a los jóvenes. "Al educar a los jóvenes según el Evangelio, les apartó del crimen organizado, y por ello (la mafia) intento derrotarlo asesinándole", afirmó Francisco.