BERLíN, (EFE).- El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, asegura que tiene previsto volver por la "vía pacífica" a su país y, aunque está dispuesto a asumir las riendas del Gobierno, promete no presentarse a las próximas elecciones.
"Quiero preparar mi regreso por la vía pacífica. Honduras debe saber: estoy dispuesto a asumir el país en el momento oportuno. De momento, organizamos la resistencia", asegura Zelaya en una entrevista que publicará mañana el semanario alemán "Der Spiegel".
En la entrevista, el presidente depuesto insiste en que está dispuesto a aceptar el plan de paz de su colega costarricense, Oscar Arias, y afirma que "las negociaciones son la única vía" para encontrar una solución.
Sin embargo, cree que el plan de Arias sólo podrá tener éxito si se refuerzan aún más las presiones internacionales.
"La comunidad internacional debe aumentar la presión sobre los golpistas para conseguir que los golpes no se conviertan en una pandemia que pondría en peligro la estabilidad de todo el continente", sostiene Zelaya.
Advierte que una proliferación de alzamientos en Latinoamérica tendría un alto precio para Estados Unidos y Europa.
A su juicio, ya surten efecto las primeras medidas de presión, como la retirada por parte de EEUU de los visados diplomáticos a los golpistas, así como algunas sanciones económicas.
"En algunos puertos ya no se descargan productos que provengan de Honduras. La empresa alemana Adidas, así como Nike y Gap han anunciado que cancelarán los encargos en Honduras si no se restablece la democracia", explica con satisfacción.
Zelaya cree, no obstante, que el Gobierno de Barack Obama, si bien "tiene buenas intenciones", no ha ido lo suficientemente lejos y "debería perseguir a los golpistas con más decisión, para evitar que se repitan este tipo de golpes de Estado".
"Quiero preparar mi regreso por la vía pacífica. Honduras debe saber: estoy dispuesto a asumir el país en el momento oportuno. De momento, organizamos la resistencia", asegura Zelaya en una entrevista que publicará mañana el semanario alemán "Der Spiegel".
En la entrevista, el presidente depuesto insiste en que está dispuesto a aceptar el plan de paz de su colega costarricense, Oscar Arias, y afirma que "las negociaciones son la única vía" para encontrar una solución.
Sin embargo, cree que el plan de Arias sólo podrá tener éxito si se refuerzan aún más las presiones internacionales.
"La comunidad internacional debe aumentar la presión sobre los golpistas para conseguir que los golpes no se conviertan en una pandemia que pondría en peligro la estabilidad de todo el continente", sostiene Zelaya.
Advierte que una proliferación de alzamientos en Latinoamérica tendría un alto precio para Estados Unidos y Europa.
A su juicio, ya surten efecto las primeras medidas de presión, como la retirada por parte de EEUU de los visados diplomáticos a los golpistas, así como algunas sanciones económicas.
"En algunos puertos ya no se descargan productos que provengan de Honduras. La empresa alemana Adidas, así como Nike y Gap han anunciado que cancelarán los encargos en Honduras si no se restablece la democracia", explica con satisfacción.
Zelaya cree, no obstante, que el Gobierno de Barack Obama, si bien "tiene buenas intenciones", no ha ido lo suficientemente lejos y "debería perseguir a los golpistas con más decisión, para evitar que se repitan este tipo de golpes de Estado".
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